señor, me has mirado a los ojos. sonriendo, has dicho mi nombre.
Un conejo rige mi vida.
Literalmente. No hay metaforas aca. No. Hoy no. Nothing like that.
Un conejo tirano. Inflexible. Incomprensible.
Me encantaria poder vomitarlo, como aquella señorita en Paris.
Pero el muy hijodeputa se queda dentro de mi esofago. Tibio. Peludo. Asfixiante.
Casi tan asfixiante e impensable como la idea de volver. A lo mismo.
Porque si. De todas las realidades posibles, uno siempre termina eligiendo la misma.
Siempre.
Siempre.
Siempre.
.